miércoles, 1 de diciembre de 2010

SALVANDO EL BOLO

El lunes 29 vuelta al ataque. Salió un dia soleado con viento sur aunque los mas madrugadores, se comieron la primera helada del año. El mar había bajado bastante respecto al domingo y estaba más ordenada debido al viento sur, con golpes fuertes y largas belladas.
Como el mar dejaba, elegí una puesta más abierta que la del domingo


El mar estaba buenísimo, dejaba pescar y el viento sur no era problema, incluso el agua estaba algo tomada.
Es una zona que con condiciones parecidas, me suele dar buenos resultados pero estaba plagado de pequeñas, era echar y levantar el anzuelo vacio.
Se me echaba el tiempo encima y la cosa pintaba mal, asi que cambié de sitio

Después de corchear por distintos txokos sin éxito, me dio por probar la última tirada aquí, se me hacía tarde y tenía que marchar a currar y zas..  nada más echar, premio

Cogí ésta en el ultimo lance y en la última puesta. En ese momento pensé en que tenía que haber empezado por el final, quizás habría cogido más pero.. esto es la magia de la pesca, no sabes dónde va a saltar la liebre
por eso engancha tanto

LO MISMO DE LOS ÚLTIMOS DOMINGOS

Este domingo 29 hice salida en solitario, en cuanto a lo meteorológico, la misma tónica de domingos anteriores, viento del noroeste moderado, lluvia y mucho frío, alrededor de 6 grados.
Había una mar de viento desordenada similar a la de jornadas precedentes, así que elegí la misma zona que en salidas precedentes en las cercanías de castro.Es una zona de fácil acceso, frecuentada por pescadores y submarinistas pero que aguanta bien este tipo de mares, protegido del viento del noroeste y donde puedes refugiarte en caso de que caiga un chaparrón o granizada.
Llegué sobre las 10:30 de la mañana, la marea llevaba hora y media bajando, había 2 pescadores a mi izquierda ( resultando ser los del blog a corcho desde Sopuerta), no era el único que iba a pescar con semajantes condiciones.
Esta es la primera puesta que toqué:

y así cuando arreaba

Nada mas llegar cogí dos majas, parecía que las metía, pero la tercera se soltó, era guapa también pero se esfumaron, además cada vez había menos agua obligándome a pescar hacia la mitad del caño.
Se fueron las grandes pero aparecieron las palmeras



Y otra más


y así, unas cuantas más, todas devueltas al medio, como dicen por ahí "el futuro está asegurado"
Visto el panorama me moví un poco más adelante


Curiosamente en esta puesta, ni picada, todavía había mucha agua. Normalmente este caño (parte izquierda de la foto) es más efectivo en horas próximas a la bajamar cuando coge el calado perfecto.



Con las dos del principio, di por concluida la jornada.el cebo utilizado fue gamba y de engodo macizo torres.